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Atención de parto y cesárea

Atención de parto y cesárea

El parto humano, también llamado nacimiento, es la culminación del embarazo humano, hasta el periodo de salida del bebé del útero materno.
Es considerado por muchos el inicio de la vida de un apersona. La edad de un individuo se define por este suceso en muchas culturas. Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en el cuello uterino.

El proceso del parto humano natural se categoriza entres fases: el borramiento y dilatación del cuello uterino, el descenso y nacimiento del bebé y el alumbramiento de la placenta. El parto puede verse asistido con medicamentos como ciertos anestésicos o la oxitocina, utilizada ante complicaciones de retraso grave de alumbramiento. Junto con la episiotomía (incisión quirúrgica en la zona del perineo), todo esto no debe hacerse nunca de manera rutinaria, ya que el parto más seguro es el que evoluciona espontáneamente y en el que no se interviene innecesariamente. En algunos embarazos catalogados como de riesgo elevado para la madre o el feto, el nacimiento ocurre por cesárea: la extracción del bebé a través de una incisión quirúrgica en el abdomen.


Parto por Cesárea


El parto por cesárea, también llamado parto quirúrgico, es una cirugía para permitir el nacimiento del bebé. El bebé se saca a través del abdomen de la madre. La mayoría de los nacimientos por cesárea resultan en madres y bebés saludables. Pero la cesárea es una cirugía mayor y con lleva riesgos. Además, la recuperación tarda más que con el parto vaginal.
La mayoría de mujeres embarazadas saludables, sin factores de riesgo para el desarrollo de problemas durante el parto o el parto, tienen sus bebés por vía vaginal.


Razones para la cesárea


Su médico podría recomendar una cesárea si considera que es más segura para usted o su bebé que el parto vaginal. Algunas cesáreas son programadas. Pero la mayoría de las cesáreas se hacen cuando ocurren problemas inesperados durante el parto. Aun así, el parto por cesárea tiene riesgos. Unos pocos estudios muestran que los beneficios de tener una cesárea pueden superar los riesgos cuando:

  • La madre lleva más de un bebé (mellizos, trillizos, etc.).
  • La madre tiene problemas de salud, incluida infección por VIH, infección por herpes y enfermedades cardíacas.
  • La madre tiene una hipertensión riesgosa
  • La madre tiene problemas con la forma de la pelvis
  • Hay problemas con la placenta
  • Hay problemas con el cordón umbilical
  • Hay problemas con la posición del bebé, como cuando se presenta de nalgas.
  • El bebé muestra señales de sufrimiento fetal, como enlentecimiento de la frecuencia cardíaca.
  • La madre ha tenido una cesárea previa

Complicaciones del parto


Las complicaciones del parto pueden ocurrir durante cualquiera de los periodos del parto y requieren de una intervención rápida y eficaz para evitar el daño en la madre y en su bebé.

La no progresión del parto puede deberse a contracciones uterinas muy débiles o irregulares que no producen la dilatación cervical y se trata generalmente con oxitocina sintética intravenosa o con prostaglandina en gel tópico cervical. También puede deberse a una desproporción feto pélvica debido amacrosomía fetal o a estrechez del canal pélvico.

El sufrimiento fetal es la aparición de signos que indican el deterioro biofísico del feto. El término de sufrimiento fetal está últimamente cayendo en desuso en la bibliografía clínica, y se están usando los de «sospecha de pérdida de bienestar fetal» o «pérdida definitiva de bienestar fetal». Los signos a los que hacíamos antes referencia son básicamente la alteración del patrón normal del ritmo cardíaco fetal. Para ello se monitoriza a la madre con una tococardiografía fetal la cual establece cierta relación dedos variables que son, la frecuencia cardíaca fetal y la frecuencia e intensidad de las contracciones uterinas. A su vez otro signo que hace pensar en la pérdida de bienestar fetal, es la aparición de líquido amniótico de color verde o teñido de meconio (heces fetales), 8 el cuales expulsado cuando el feto circunstancialmente o de forma crónica tiene un déficit en el aporte de oxígeno.

Tanto la no progresión del parto como el sufrimiento fetal se tratan acortando el periodo de dilatación, ya sea mediante fórceps, vacuum extractor o practicando una cesárea de emergencia. La fiebre puerperal ha sido en el pasado una causa importante de muerte materna, debido a la deficiente asepsia durante el parto, así como a la mayor susceptibilidad a las infecciones por la madre si tiene anemia o desnutrición.

Para que el parto transcurra en la forma más fisiológica posible tanto la parturienta como su pareja deben de estar suficientemente preparados para la "prueba" a la que se enfrentan.